Los ETFs (Exchange Trated Funnds) son fondos de inversión cotizados que replican a índices bursátiles, índices de renta fija, materias primas, o incluso a cesta de valores cotizados. A diferencia de los fondos tradicionales, los ETFs cotizan como si fueran acciones. De esta forma, se pueden comprar varias veces al día, a precios distintos, según la cotización de cada momento. Tributan como el resto de los fondos al 18% en el IRPF. Por tanto podemos decir que un ETF es un híbrido entre un fondo de inversión y una acción.
Cada ETF replica un índice de referencia. Ejemplo: si el Ibex 35 gana un 3% el ETF del Ibex 35 también ganará un 3%.
Comprar una participación de un ETF es equivalente a comprar, en una sola operación, todas las acciones que componen dicho índice de referencia, por lo que cuando se compran participaciones de un ETF se sabe exactamente lo que se está comprando, la réplica exacta de su índice de referencia. Generalmente, para dar sencillez y transparencia, los ETF suelen representar una fracción de su índice de referencia. Por ejemplo: si un índice está en el nivel de 14.000 puntos y su ETF representa la centésima parte, la cotización de dicho ETF será aproximadamente de 140 € (14.000 / 100 = 140). ¿Por qué aproximadamente y no exactamente igual?. Porque para obtener el valor exacto de cada participación hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Tipo de cambios
- Los dividendos
- Las comisiones de gestion
No tienen inversión mínima. Se compran números de participaciones enteras, igual que las acciones, y cada participación suele tener un precio pequeño.
Se negocian en Bolsa.
Pueden mantenerse de forma indefinida, ya que no tienen fecha de vencimiento.
Los ETFs no tienen ni comisión de suscripción ni de reembolso o rescate. Las comisiones de gestión anuales son muy reducidas (entre el 0,162% - 0,65% anual) y se imputan directamente al valor liquidativo del ETF. Al igual que con las acciones, el intermediario financiero (broker) carga una comisión de corretaje y de custodia por la negociación de los ETFs.
Como sucede con otros valores mobiliarios (por ejemplo las acciones), el inversor puede pasar la orden de compra o venta del ETF indicando a su intermediario (agencia de valores, e-broker) el código de Bolsa o el código ISIN, el número de títulos y el precio deseado. La cuenta de valores que utiliza para la negociación de acciones es válida para contratar ETFs.
Un aspecto que debemos considerar es el tipo de cambio euro/dólar en algunos ETFs. Como por ejemplo el índice Dow Jones que cotiza en dólares americanos mientras que su ETF cotiza en euros. Para conocer la cotización de una fracción del ETF Dow Jones basta con dividir el índice entre 100 y convertirlo en euros con el tipo de cambio actual.
Ejemplo: Suponga que el Índice Dow Jones cotiza a 11.000 puntos. El cálculo sería: dividir el índice entre 100, lo que nos da 11.000/100 = 110 y convertir a euros. Si el tipo de cambio está a 1,25 dólares por 1 euros. La cotización de una participación del ETF Dow Jones será aproximadamente 110/1,25 = 88 €.
Los ETFs son productos muy sencillos que nos van a permitir invertir en todos los mercados , algunos de dificil acceso (como los emergentes), con unas bajas comisiones. También nos permiten invertir en productos (materias primas, divisas...), a los que nos resultaría imposible acceder sin acudir al mercado de derivados. Con los ETFs podemos ganar cuando la bolsa sube, al replicar índices bursátiles. Incluso se puede "doblar" al propio mercado, a través de los ETFs apalancados, que permiten multiplicar por dos, por cuatro, ect, la hipotética ganancia del índice. Pero también se puede ganar cuando la bolsa cae...Existen ETFs que hacen exactamente lo contrario que su mercado de referencia. Son los llamados ETFs inversos. Así si por ejemplo el Ibex cae un 2%, el ETF inverso del Ibex 35 ganará un 2% y al contratio.
Dos de los intermediarios financieros que ofrecen mayor número de ETEs son Renta 4 y Self Bank.
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